22 LEYES INMUTABLES DEL MARKETING
En
la ley del liderazgo, El
Corte Inglés, que es la empresa que voy a analizar, antepone ser el primero al mejor. Todos conocemos el triangulo verde que identifica a
esta marca, la primera empresa en ventas al por menor.
En la ley de la categoría, estos almacenes están ubicados en los mejores zonas de nuestras ciudades.
En la ley de la mente también destacan, puesto que gracias a sus anuncios publicitarios, son el punto de referencia en compras de los ciudadanos españoles.
En la ley de la categoría, estos almacenes están ubicados en los mejores zonas de nuestras ciudades.
En la ley de la mente también destacan, puesto que gracias a sus anuncios publicitarios, son el punto de referencia en compras de los ciudadanos españoles.
En
la ley de la percepción,
tengo la sensación de cuando entro en estos Centros nos cambian las
percepción, pues los productos varían poco de comprarlos en una tienda o en
otra, pero la atención, la variedad y la tranquilidad a la
hora de la compra, me influye a la hora de adquirir un producto. Por otro
lado creemos que El Corte Inglés tiene los mejores marcas asociadas a la calidad. Relaciono en sus departamentos productos selectos, caros y exclusivos, aunque cada vez
más la variedad es menor, pero la percepción sigue estando en la primera
posición.
En
la ley de la concentración,
cuando voy de compras digo, me voy al Corte Inglés, aunque visite otras
tiendas, tengo asociado su nombre cuando me dedico a esta encomienda. La
calidad total es el camino de la grandeza, en nuestro país es el referente.
En la ley de la exclusividad veo que se esfuerzan por tener productos exclusivos y eso los consumidores lo aprecian sobremanera.
En la ley de la escalera, estos almacenes ocupan el primer escalón y dominan el mercado a la marca número dos, o esa es mi percepción.
En la ley de la dualidad, este establecimiento lucha por mantener el poder con otras marcas, tales como Zara, Cortefiel, empresas de viajes o de deportes. La lucha es de todos los demás contra El Corte Inglés.
En la ley de la exclusividad veo que se esfuerzan por tener productos exclusivos y eso los consumidores lo aprecian sobremanera.
En la ley de la escalera, estos almacenes ocupan el primer escalón y dominan el mercado a la marca número dos, o esa es mi percepción.
En la ley de la dualidad, este establecimiento lucha por mantener el poder con otras marcas, tales como Zara, Cortefiel, empresas de viajes o de deportes. La lucha es de todos los demás contra El Corte Inglés.
En
la ley de lo opuesto, no
creo que estén en segundo lugar en la cuestión de ventas, más bien, sus
competidores intentan ser diferentes al líder.
En la ley de la división, hay muchos competidores, y muchas categorías, por ejemplo en ropa están los centros comerciales a las afueras de las ciudades, la venta online o el pequeño comercio en la zona centro de las urbes.
La ley de la perspectiva, es la que nos dice que los efectos del marketing son a largo plazo, esta empresa se reafirma, pues lleva 75 años en funcionamiento y la publicidad que nos transmite se mantiene año tras año, así las campañas “ya es primavera en El Corte Inglés” o “límite 48 horas” ya es de sobra conocido por todos. Por otro lado, gracias a las promociones o rebajas intentan mantener las ventas todo el año estimulándonos.
En la ley de la división, hay muchos competidores, y muchas categorías, por ejemplo en ropa están los centros comerciales a las afueras de las ciudades, la venta online o el pequeño comercio en la zona centro de las urbes.
La ley de la perspectiva, es la que nos dice que los efectos del marketing son a largo plazo, esta empresa se reafirma, pues lleva 75 años en funcionamiento y la publicidad que nos transmite se mantiene año tras año, así las campañas “ya es primavera en El Corte Inglés” o “límite 48 horas” ya es de sobra conocido por todos. Por otro lado, gracias a las promociones o rebajas intentan mantener las ventas todo el año estimulándonos.
En
la ley de la extensión de la línea,
existe una presión irresistible para extender el valor de marca, esta ley no la
cumple este establecimiento pues abarca todo tipo de productos: tiques a
conciertos, electrodomésticos, ropa, viajes, hogar, etc. Esta ley pide aunar
esfuerzos en un producto que sea rentable, más de un disgusto se habrán llevado
los propietarios de la empresa al diversificar tanto su oferta, pero ahí
siguen. La premisa de esta ley es menos es más y más es menos.
La ley del sacrificio nos dice que tienes que renunciar a algo para conseguir tu propósito. Las tres cosas que se sacrifican son: líneas de productos, mercados meta y cambios constantes. En la venta al por menor el éxito lo tienen los minoristas o por lo menos salen airosos, tampoco se dedican a un solo público estos almacenes, esta ley no se cumple.
La ley del sacrificio nos dice que tienes que renunciar a algo para conseguir tu propósito. Las tres cosas que se sacrifican son: líneas de productos, mercados meta y cambios constantes. En la venta al por menor el éxito lo tienen los minoristas o por lo menos salen airosos, tampoco se dedican a un solo público estos almacenes, esta ley no se cumple.
La
ley de los atributos nos
dice que se debe tener uno importante sino te ves abocado a tener precios mucho más bajos. En este aspecto el atributo de referencia en compras lo
poseen estos almacenes.
En cuanto a la ley de la sinceridad, estos centros de compra están por encima de la media; su lema “si no queda satisfecho le devolvemos el dinero” no lo cumple nadie de la competencia. Aquí está el mejor ejemplo de honestidad, este es un pilar de su política de marketing.
En la ley de la singularidad que nos dice que lo que funciona en marketing es lo inesperado, esta ley no se cumple en este establecimiento.
La ley de lo impredecible que aunque no se pueda predecir el futuro, sí que crean tendencias a lo largo de las temporadas y bien que las aprovechan.
En cuanto a la ley de la sinceridad, estos centros de compra están por encima de la media; su lema “si no queda satisfecho le devolvemos el dinero” no lo cumple nadie de la competencia. Aquí está el mejor ejemplo de honestidad, este es un pilar de su política de marketing.
En la ley de la singularidad que nos dice que lo que funciona en marketing es lo inesperado, esta ley no se cumple en este establecimiento.
La ley de lo impredecible que aunque no se pueda predecir el futuro, sí que crean tendencias a lo largo de las temporadas y bien que las aprovechan.
La ley del éxito no creo que les haya llevado a la arrogancia,
pues ahí se mantienen.
La ley del fracaso, alguno han tenido, reconocerlo lo antes posible es parte del acierto y aceptarlo es reducir a tiempo las pérdidas.
La ley de la nota sensacionalista, pienso que esta compañía tiene publicidad pagada más que gratuita, se dice que es la segunda o tercera empresa que más invierte en publicidad en nuestro país.
En la ley de la aceleración está otro de los pilares de su éxito, pues en estos almacenes, siempre están buscando tendencias, no se basan en caprichos, controlan sus apariciones en los medios y cabalgan en tendencias a largo plazo, es má,s son un referente en moda a lo largo de la temporada.
La ley del fracaso, alguno han tenido, reconocerlo lo antes posible es parte del acierto y aceptarlo es reducir a tiempo las pérdidas.
La ley de la nota sensacionalista, pienso que esta compañía tiene publicidad pagada más que gratuita, se dice que es la segunda o tercera empresa que más invierte en publicidad en nuestro país.
En la ley de la aceleración está otro de los pilares de su éxito, pues en estos almacenes, siempre están buscando tendencias, no se basan en caprichos, controlan sus apariciones en los medios y cabalgan en tendencias a largo plazo, es má,s son un referente en moda a lo largo de la temporada.
Por último, la ley de los recursos es otro de los pilares del marketing de esta
empresa, ya que dispone de los fondos adecuados para que sus ideas despeguen
con éxito, sin dinero está claro que por muchas ideas que tengas los proyectos
no se realizan. Se necesitan estrategias para introducirse y permanecer en las mentes de los
compradores potenciales. No escatiman en gastos humanos y materiales.
Fuente: Entra a un Centro de El Corte Inglés. Diario Público
UN PEQUEÑO PASO PARA EL HOMBRE UN GRAN SALTO PARA LA HUMANIDAD.
Las diferentes fases lunares
La Luna, además de ser el único satélite de nuestro planeta, siempre ha representado para el hombre un misterio en la noche, y todas las culturas que han habitado la tierra le han otorgado la categoría de deidad, responsabilizándola o venerándola por su influencia sobre el ser humano, la propia tierra, o las criaturas que la pueblan. Desde el hombre primitivo, hasta el moderno, la fascinación por nuestro satélite nos ha llevado a soñar que algún día llegaríamos a ella y por fin ese sueño se hizo realidad el 20 de Julio de 1969.
La llegada del hombre a la Luna representó la victoria del
conocimiento, el reto de poder salir de la Tierra y el descubrimiento de
evidencias que nos revelan hechos y acontecimientos suscitados hace miles de
millones de años. No fue
un logro exclusivo de un país, sino del ingenio humano. Todo se sintetiza en la
famosa frase de “un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la
humanidad”. La llegada al satélite fue posible gracias al soporte histórico de
compresión de la naturaleza. Ese logro no se hubiera materializado sin la
creación del alfabeto, un calendario, la matemática, las ciencias y parte del
entendimiento de nuestro entorno. La llegada del ser humano a la Luna fue el
hecho fundamental que precipito la revolución científica y tecnológica, que se
venía gestando con siglos de conocimiento. Fue un triunfo de la
inteligencia humana, del trabajo conjunto y de la competencia entre los hombres
que actúo como motor para que el hombre
llegara a la Luna.
La Luna en cuarto creciente
Gracias a esta gesta el hombre conoció, y lo sigue haciendo, elementos para explicar cómo se formó el universo, de qué está formada la Luna, su relación con nuestro planeta y el entendimiento de la naturaleza. Tal como lo predijo el escritor francés Julio Verne en su obra "De la Tierra a la Luna", escrita más de cien años antes, el 20 de julio de 1969 la misión espacial Apolo 11 alunizó con éxito. Los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin, fueron los primeros en pisar la superficie lunar, pasaron a la historia, pero la frase éste es “un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”, pronunciada por el primero, resumió el significado del acontecimiento.
Fue un viaje extremadamente arriesgado a otro mundo. Un salto
al vacío en un mundo extraterrestre sin atmósfera. Un delirio quijotesco a cuatrocientos
mil kilómetros de distancia. No había antecedentes. Ni forma de presagiar lo
que podría a ocurrir cuando la nave, si es que lo hacía, llegara a alunizar. No
existía ni el más mínimo margen para el error. Cuando despegaron abordo del
Apolo 11 los tripulantes sólo alcanzaban a saber con certeza a dónde pretendían
llegar, pero tenían numerosísimos motivos para cuestionarse si regresarían a
pisar su propio planeta. Se manifestó
que el hombre deseaba ir a la Luna, “no porque fuera fácil, sino porque era
difícil”, y se bautizó tal hazaña como “la aventura más grande y peligrosa en la
que jamás se ha embarcado el hombre”. Hoy, cuando se cumplen más de cuatro
décadas desde que Armstrong, Aldrin y Collins culminaran su extraordinaria aventura,
la definición sigue siendo válida. La
proeza espacial se logró, pero no sin
tener que afrontar un elevado nivel de riesgo. De hecho, los astronautas del
Apolo 11 reconocieron que acometieron el viaje comprendiendo que sus
probabilidades de llegar a la Luna con éxito y regresar vivos a la Tierra eran
de en torno al cincuenta por ciento en el mejor de los casos.
Tripulación del Apolo XI
Cercanos a cumplir cuarenta y cinco años de tamaña empresa
seguimos en la Luna. Qué fácil parece todo ahora. El lanzamiento de un
transbordador, el envío de robots al planeta rojo o sondas que viajan durante décadas
hasta que perdemos contacto con ellas perdidas en la inmensidad del universo.
Todo lo vivimos con la indiferencia de lo habitual.
Apenas un siglo antes Julio Verne ya nos llevó al espacio. “Y
llegó el día clave, el primero de diciembre, porque si el lanzamiento del
proyectil no se efectuaba aquella misma noche, a las diez y cuarenta y seis
minutos y cuarenta segundos, más de dieciocho años tendrían que transcurrir
antes de que la Luna se volviese a presentar en las mismas condiciones
simultáneas de cenit y perigeo”, predecía en su conocida novela “De la Tierra a
la Luna”'. ¿Quién podía adivinar con más de un siglo de antelación que el
hombre pisaría la Luna? Se soñaba, acaso. ¿Quién imaginaba entonces que el
hombre se propondría el reto de
conquistar la Luna? ¿Quién pensaba que ese sueño se haría realidad mas de un
siglo después con el lanzamiento, el 16 de julio de 1969, del Apolo 11? ¿Por
qué esa atracción, ese convencimiento de que el hombre debía ir a la Luna?
Planeta Tierra visto desde la Luna
Julio Verne no expreso sino un ambición fomentada durante cientos, miles de años por el inconsciente colectivo. El mismo sueño que Galileo, abstraído en la observación de esa cobertura de estrellas, planetas y satélites que nos rodea, dibujó, en 1609, con detalle. Visiones de la Luna. El adelanto de un gran paso para la Humanidad. De una Humanidad que había tenido a la Luna por diosa, que le otorgo el poder de la fertilidad, de mover el mar a su capricho, de hacer perder la razón arbitrariamente a los hombres. ¿Qué humano no ha sido un “lunático” en alguna ocasión?
El hombre alcanzó la
Luna, la investigó, la conquistó, y la
abandonó. Desde entonces, la carrera espacial fue por otro camino: la obsesión
por tener una base permanente en el espacio, la exploración y conquista de
Marte, el envío de sondas a rincones inimaginables. El mundo se detuvo el 20 de
Julio de 1969. El hombre sólo vivirá un sueño igual cuando llegue a Marte, pero para eso será
necesario que antes vuelva a la Luna. Sera
entonces cuando la humanidad se podrá permitir revivir el día en que el planeta
miró como nunca sobre su cabeza. Pero para
volver hace falta un ataque de esa hermosa y contagiosa locura colectiva. Y
sólo la Luna nos puede hacer enloquecer.
Nada asombra ya, como lo hicieran los sonidos que emitió el
Sputnik por el espacio o los vuelos de Yuri Gagarin o John Glen alrededor de la
Tierra . ¡Ah! y el primer viaje del hombre a la Luna. “Houston... The Eagle has
landed”. A las 15:17 hora de Houston del
20 de Julio de 1969 el hombre alunizó. La Tierra entera contuvo la respiración, el
hombre caminaba por primera vez sobre la superficie polvorienta de la Luna y la
humanidad escucho a Neil Armstrong decir: “Un pequeño paso para el hombre pero
un gran salto para la humanidad”
El hombre llega a la Luna. 20 de Julio de 1969.
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